Skip to main
Cernuda Arte Cuban Art Cernuda Arte Cuban Art accessibility statement
Artists Exhibitions Publications Selected Inventory Recent Arrivals Digital Communications Special Moments Anout Us Contact Us Home
Publications  
Search: 
 
Publications Se trata de Miguel Loredo Se trata de Miguel Loredo
Especial El Nuevo Día Febrero 1, 2006

Ana Teresa Toro Ortiz

Se trata de Miguel Loredo: hacer silencio, la nueva exposición de este artista de origen cubano, que luego de vivir cuatro años en Puerto Rico, regresa para esta exposición que abre al público pasado mañana a las 7:00 p.m. en la galería Khroma, ubicada en la esquina de la avenida San Patricio y la Calle 5, Parkside, Guaynabo.

“Cuando fueron a mi estudio -a seleccionar la obra- ellos dijeron: 'ahora hay que hacer silencio'. Fue su reacción al ver la obra y aquello me pareció tal vez, el elogio más grande que se había hecho hasta ahora de mi pintura. Porque es como cuando va a empezar una sinfonía que hay que hacer silencio o como cuando una persona va a hablar hay que hacer silencio. Entonces yo descubrí -porque las palabras son así son proféticas- que el silencio tiene una importancia tremenda en una civilización donde tanto es la palabra y la palabra todo el tiempo... y enciendes el televisor y son verborreas de palabras y no se le da tanta importancia al silencio. Esto lo conecté con una realidad. Empecé a darme cuenta que mi pintura tiene espacios de silencio, pedazos que quedan en blanco, espacios de reposo y de silencio”, comenta Loredo, quien cuenta con una trayectoria dedicada al arte y al servicio.

El artista, nacido en Cuba en 1938, se ha dado a conocer como pintor y poeta autodidacta. Para el 1964, se ordenó sacerdote franciscano en España, donde continuó pintando. A su regreso a Cuba, cumplió diez años en prisión. Exiliado desde el 84 y hoy con residencia en Nueva York, continúa trabajando la abstracción en la pintura. Además, es conocido por ser autor de varios libros de poesía y trabajar en pro de los derechos humanos. Esta muestra presenta una selección de obras desarrolladas entre el 2003 y el 2005.

“Loredo no trabaja en Puerto Rico, estuvo en Puerto Rico un tiempo pero trabaja en Estados Unidos, nosotros pensamos sin embargo que aunque él pudiese apelar a un público internacional, la gente se mide en sus espacios y él es cubano, es caribeño... Entonces esa obra queremos mostrarla aquí un poco para calibrarla y para ver las reacciones... Yo creo que su obra tiene mucho que ver con un paisaje idealizado, que no tiene absolutamente nada que ver con los estereotipos de la representación del paisaje caribeño. Sin embargo, hay una calidez y un sentido de profundidad, una intensidad que es bien caribeña, nosotros tenemos eso. Yo creo que él está viniendo de otro lado, está recogiendo de distintas vertientes a un trabajo que le es muy personal”, dice por su parte Margarita Fernández Zavala, quien tiene a su cargo la curadoría y el diseño de la sala.

Loredo -quien confiesa que trabaja muy rápido y en silencio- descarta pensar en su trabajo como una narración de hechos, más bien considera que se trata de una crónica de sus experiencias visuales. Pues, según ejemplifica, “venía en el aeropuerto y voy viendo la luz reflejada en las escaleras rodantes y esa luz ya es una percepción visual que después se traduce en una obra que tiene también esos brillos, esos metales, ahora que eso sea el aeropuerto, pues no lo es”.

El padre franciscano prefiere distinguir entre la poesía y la pintura. Piensa que la poesía puede ser visual y la pintura poética, sin embargo, no le gusta que se confundan los roles. Razón por la cual no le emocionan los poetas que utilizan ruidos onomatopéyicos en su obra, ni los artistas que pintan ideas. Prefiere distinguir entre ambas. Por otro lado, habla sobre el proceso de pintar como una colaboración entre el canvas y el artista.
“Tú trazas un brochazo y el brochazo es una palabra que vuelve hacia a ti y te provoca el segundo brochazo. Tú vas trabajando el canvas y estableces un diálogo y cuando el espectador mira la obra, la completa, le añade sentido”, afirma este caballero que considera que la diferencia entre un artista y cualquier otra persona es la sensibilidad hacia la belleza, hacia la luz y hacia la forma.

De esta muestra, descrita como abstracciones que invitan a una meditación profunda, se desprende innegablemente, el tema de la actualidad y cómo los diversos estilos de vida nos afectan.

“Hemos hablado mucho de la contaminación del aire, eso ya casi nadie lo discute, la contaminación del ruido también es fatal y ya la gente empieza a hablar de eso, la gente necesita un poco de sosiego, todavía no hemos tocado la contaminación visual. Yo fui a Cuba en los 80, y por ejemplo voy a Nueva York y camino y camino y a la una o dos de la tarde ya yo estaba exhausta y en Cuba, por alguna razón, por la noche yo no estaba cansada. Al no haber tanto letrero, y yo decía que será... O sea que la contaminación es amplia. Esos tipos de contaminación no te dejan hacer silencio”, relata Fernández Zavala.

“Eso añade algo importante con relación a la exposición, por eso es que yo trato de eliminar en la mayor medida, el dibujo, la forma, dejarlo desnudo lo más posible... quitando todo accesorio, ¿para qué tanto? si tú puedes con una pequeña línea, con una pequeña luz crear toda una imagen”, argumenta Loredo, dichoso de volver a estas tierras tan cercanas a su Cuba natal.


Publications Se trata de Miguel Loredo
 
View All Publications
 
 
 
Copyright 2002-2024, Cernuda Arte. All Rights Reserved