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Clara Morera y sus nuevas imágenes
El Nuevo Herald June 23, 2002
Carlos M. Luis
La relación entre la magia, los mitos y las artes ha creado numerosos debates entre las diferentes disciplinas que se ocupan de esos estudios. En L'Art Magique (París, 1957), sus autores, André Breton y Gerard Legrand, recogieron un cuestionario a etnólogos, pintores, filósofos, poetas, etc. para indagar qué vínculos podrían existir entre la magia y las artes. Algunas de las respuestas fueron reveladoras.
La de Octavio Paz tocó el centro de la cuestión. Una cosa es la magia como una fuerza inherente que actúa independientemente de cualquier preocupación de orden estético, y otra es representar en un cuadro una figura que proviene del mundo de los mitos o la magia, expresó el poeta mexicano. La polémica iconoclasta que se desarrolló entre los siglos XVII y XVIII tocó también el mismo tema bajo una perspectiva teológica: representar a Cristo, por ejemplo, no significaba crear un objeto cargado de poderes. Era sencillamente una imagen/recordatorio de la presencia de Jesús como figura sobrenatural, pero que nunca podía ser confundida con un ídolo.
De la misma manera, cuando un pintor se lanza a reproducir una serie de imágenes relacionadas con el mundo llamado primitivo, no está creando objetos de culto, sino plasmando la atracción que posee para él o para ella ese mundo cargado de fuerzas primordiales. Los surrealistas explotaron hasta la saciedad toda una iconografía basada en las viejas creencias primitivas u ocultistas. Ejemplos: Víctor Brauner o Wifredo Lam. De manera que cuando nos aproximamos a las obras de Clara Morera nos salta a la vista una tradición que encuentra de nuevo su escenario en una serie de obras cargadas de alusiones a mitos y creencias que han alimentado la imaginación de más de un artista contemporáneo.
Desde luego que ante su pintura tambien nos viene a la vista ese otro motor indispensable para que una obra como la de Morera pueda hacerse realidad: la poesía. Ambas cosas entonces van unidas de la mano: la mirada que busca y encuentra en mitos una fuente de riqueza plástica y la poesía que los transforma en una obra de arte.
Baudelaire, refiriéndose a Goya, decía que su gran mérito consistía en brindarle verosimilitud a sus monstruos. Gracias al genio del pintor español, ese mundo pesadillesco suyo nos hace creer en el mismo. Un pintor, cuando traslada al lienzo o a cualquier otro medio su mirada, tiene ante sí el reto de crear algo ``posible''. En ese sentido, lo que hace es enriquecer nuestro mundo, creando nuevos espacios para la imaginación. En el caso de Morera, el uso de una iconografía cuyas referencias tocan diversos puntos que van desde menciones directas a lo cubano hasta un cierto ámbito onírico nos puede servir de ejemplo.
Es indiscutible que su obra moviliza una poética que se torna visible en sus totems, en cuadros que parecen como talismanes shamánicos, etc. A partir de esa poética es como en realidad podemos configurar la verdadera mitología que su obra intenta mostrar.
Precisamente su carácter polisémico, sus rejuegos simbólicos, sus metáforas, nos montan un tinglado que crean un entorno privilegiado cuando vemos el conjunto de sus obras. Una de las características de los rituales religiosos es crear un ámbito sagrado o cargado de fuerzas mágicas: desde los cuartos Fambá hasta las pinturas en la arena de los Navajos, desde los sitios donde los Dogones guardan sus máscaras hasta el altar donde se celebra la misa, el espacio pierde su significado anterior para adquirir otro cargado de fuerzas sobrenaturales.
Sin llegar, desde luego, a ese punto culminante donde los shamanes, brujos o sacerdotes buscan una dimensión para comunicarse con el punto supremo de sus respectivas creencias, obras como las de Morera crean un espacio donde la poesía -que es lo más cercano que tenemos para comunicarnos con ``lo distinto''- hace sentir su presencia.
Es importante tener en cuenta este hecho cuando se visite la exposición de Morera que actualmente se está presentando en la galería Agustín Gaínza, Fine Cuban and Latin American Art. Al recorrer sus obras, puede llamar la atención una serie de medios que la pintora ha utilizado para crear su obra. El color, las figuras, las técnicas de las cuales se vale, son todos medios para llegar a la misma; pero lo que en definitiva sorprende es la elaboración de todo un lenguaje plástico integrado a las visiones que la asaltan como poeta.
Insisto: como poeta. No equivocarse; en pintura se habla hoy día de poesía, a sabiendas de que este término no disminuirá un ápice de su calidad en tanto que obra plástica. Por el contrario, y el caso de Morera así lo justifica, lo que pone de relieve es la acción interdisciplinaria que existe actualmente entre las artes. El constante trasiego entre diferentes zonas de la cultura integrándose en un nuevo idioma, he ahí el quid que define la presencia de una obra como la de esta pintora.
`Clara Morera: New Works', estará abierta hasta el 26 de junio en Agustín Gaínza, Fine Cuban and Latin American Art, 1652 SW 8 St. Para más información llamar a (305) 644 5855.
ILLUSTRATION: Foto color:Dos obras de Clara Morera (2 - N).
Edition: EDITION: Final
Section: SECTION: Galeria
Page: PAGE: 6E
Copyright (c) 2002 The Miami Herald
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