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PARÁBOLAS (EL MOTIVO) AL VIENTO (EL LIMITE)
Ramón F. Cala
PARÁBOLAS (EL MOTIVO) AL VIENTO (EL LIMITE)
Por Ramón F. Cala, Crítico de arte y Director de la editorial de la UNEAC, Cauce.
Extaña puede parecer la idea de las dos jóvenes artistas, al afirmar que no existe otra razón para esta muestra que la de "exponer juntas". Sin embargo, el no-motivo deja de ser un pretexto ocasional (salvación sutil de la conciencia estética) y se convierte en motivación implícita de la alianza. Por supuesto que la cuestión es osada y muy riesgosa. Pero los peligros públicos no son en modo alguno la esencia de la creación, esa hay que buscarla, tal vez, en el discurso poético, en la manipulación de la imagen, en el roce con las precariedades del límite.
Parábolas al viento es una actitud, pues el hecho mismo de ser ellas nos puede tentar con mucha facilidad a imponer viejas fórmulas apreciativas que se encuentran desahuciadas y empeñarnos en querer descubrir a ultranza las claves del antojo femenino. Las obras de Liset e Irina transpiran las verdaderas energías del género, por tanto el enigma no reposa a flor de piel, más bien se oculta, se agazapa, espera apacible por nuestra sagacidad perceptiva.
Tres son los caminos para llegar a la obra de Liset: lo mítico, el génesis y lo onírico. Sus telas semejan tapices (el objeto) y las veladuras hacen que sus miniaturas se escapen, se escurran entre las manos. Si las observamos con detenimiento advertimos cierto lirismo pecaminoso y nada tangencial que nos habla de sed, búsqueda de sí y aliento en la memoria. Irina, en cambio, se esmera en perfeccionar su expresividad iconográfica a lo que se le suma el empleo de recursos colorísticos y figurativos que hacen recordar la tradición pictórica eslava del medioevo. El pequeño formato y la utilización de la costura manual le agrega un suave aliento doméstico, íntimo.
Si Liset es camino, Irina es puerto. Si aquella es fragor, ésta recogimiento.
Si una es parábola la otra es viento.
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