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Leopoldo Romanach - Opiniones y Anécdotas
www.cubarte.com 04/21/2004
Algunas opiniones y anécdotas de personalidades del arte que fueron sus contemporáneos:
Siendo muy joven le sorprendiera pintando en el campo Pablo Ducassi en una ocasión, este le propuso que diese clases de pintura a sus hijos, lo que dejó atónito al joven artista, pues sinceramente se creía en posición de aprender y no de enseñar.
El propio Ducassi logró obtener para Romañach una beca de estudios en Europa, «de cuyos centros artísticos tornó a La Habana trayendo prendido entre sus laureles el éxito rotundo de La Convaleciente, cuadro reproducido y elogiado unánimemente por las más responsables revistas de arte de París, Londres y Madrid».
Hablando en un acto de homenaje a Romañach que le hicieran los alumnos de pintura de la Academia de San Alejandro y de la Escuela de Artes Plásticas Aplicadas entre otras, en enero de 1943; el entonces director de la Escuela Superior de Bellas Artes se refería al trabajo de Romañach como pintor, como profesor, como formador de los nuevos pintores que ya se destacaban en la pintura contemporánea, y les recomendaba a los alumnos allí presentes que tomaran como norma la entereza de carácter y la honradez proverbiales del maestro.
«Dos veces maestro, por su maestría y por su magisterio, ocupa rango eminente, indiscutible e indiscutido en el arte de Cuba. Como pintor es la figura máxima de una etapa en el desarrollo histórico-artístico cubano que cierra la fase moderna, que en él culmina, y se abre la era contemporánea de la cual es notable iniciador. Como maestro ha sido el sembrador generoso que lanzó en los surcos de dos generaciones de artistas la fecunda simiente que es hoy espléndida cosecha[...]».
Luis de Soto y Sagarra.
«[...]todos los amantes de la cultura cubana deben rendir tributo de gratitud y admiración a este gran formador fecundo de tres generaciones de pintores. Es admirable cómo ha sabido conjugar la lealtad a los principios estéticos bajo los cuales se formó y la disposición generosa a acoger siempre con interés y respeto las formas posteriores de expresión artística.¡Es el más joven de nuestros viejos maestros!».
Jorge Mañach.
«Leopoldo Romañach, cuyo respetable apelativo de Maestro, constituye un símbolo en la plástica cubana. Ese secreto fervor a la enseñanza, que no ha decaído un instante en tan largos años de trabajo, dando siempre todo su caudal de conocimientos y alentando continuamente a esa juventud que se ha venido sucediendo curso tras curso en "San Alejandro".
»Su proyección artística constituye su mayor gloria, ya que su nombre expresa por sí solo todo un movimiento pictórico que vive incólume desde el comienzo de nuestra nacionalidad. El arte nuevo recogió del maestro todo el vigor que su técnica y colorido ofrecían en su constante labor. Si hoy tenemos pintura cubana y el conjunto más notable del continente, es justo reconocer en el maestro Romañach su ancestral influencia».
Juan J. Sicre.
«En una visita que le hice en su simpático estudio, me puse a revolver entre sus bastidores vueltos a la pared hasta encontrar algo nuevo, un estudio de la mujer vestida, tamaño natural..., lo que más me llamó la atención fue la manera distinta de su estilo[...] me volví y le dije: -Maestro, ¿este lienzo señala su nueva técnica?. No contestó sino con una sonrisa, y para dejarme confundido me entregó otra tela enrollada, con un estudio de figura y también tocado con una pincelada renovadora. No pude más y le confesé mi admiración por estas recientes producciones que recordaban a Sargent, este pintor norteamericano que es uno de los más grandes de los tiempos modernos y que ha sido pareado con Romañach por críticos autorizados».
Esteban Valderrama.
De una entrevista de Cisneros a Christian Briton:
«- ¿Cuál es el pintor americano que usted juzga como superior en el arte moderno?
Briton sonrió con esa seguridad del experto y repuso: -¿Llama usted americano al nativo de cualquiera de los dos continentes, norte o sur?[...]. Pues bien, a mi juicio, el más completo como colorido, dibujo y composición, es el cubano Leopoldo Romañach[...] -Dígale a Romañach que nos mande una buena exposición este año de arte y podremos completarlo con los dos mejores pintores mundiales: Zuloaga, de Europa y Romañach de América».
«Tiene, desde luego, todas las condiciones que caracterizan a los grandes artistas. En primer lugar posee un estilo. Esa es la clave de la personalidad. Ha sentido siempre la pasión por la figura, no con un enfoque retratista, sino interpretativo. Es un pintor que se atormenta frente a un rostro, buscando en sus rasgos esenciales la revelación de mundo interior, para trasladarlo al lienzo. Sus figuras dicen siempre "algo", ese algo que siendo impreciso, solo los artistas genios pueden captar[...], el dominio de la técnica alcanza en él proporciones asombrosas. Dibuja directamente con el pincel, a grandes rasgos, con seguridad. El pincel mismo le va señalando el camino, un camino que es nuevo en cada cuadro, porque cada cuadro suyo es una obra de creación».
Jesús M. Casagrán.
«Romañach es ciertamente una figura cumbre dentro del grupo de los que se han destacado como glorias en Cuba en todas las épocas en las actividades intelectuales. Es necesario ser un profesional de la pintura para poder apreciar hasta qué punto es insuperable la sabiduría de su técnica y fina su perfección del color, aún en los contrastes, gamas y armonías más sutiles. En esto reside principalmente su maestría».
Manuel Vega.
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